Ikigai es un proverbio japonés que significa razón de ser.
Proviene de la combinación de dos palabras japonesas: iki (生き), vida y gai (甲斐), valor.
Este concepto asegura que todas las personas tenemos un ikigai, un propósito, y que éste es el resultado entre : Lo que hacemos bien, lo que nos gusta, lo que nos puede generar un ingreso y sobre todo: lo que le aporta valor al mundo.
Lo que más me gusta de este proverbio es que nos invita a iniciar un camino de introspección ya que para dar con él es necesario "ir hacia adentro" y además te motiva a descubrir qué es aquello que le podes aportar al mundo.
Según la cultura japonesa, quien desea tener una vida feliz, larga y saludable debe buscar su propio ikigai
El bienestar es contagioso.
Si te interesa conocer tu ikigai te invito a sumarte a mi experiencia online "del cuerpo al alma" donde te comparto herramientas creativas para dar con tu propósito.
Llegué a este proverbio cuando estaba en crisis con mi estilo de vida.
Estudié relaciones del trabajo en la UBA, estaba inmersa en una rutina que me hacía sentir estancada, iba de mi casa al trabajo sin ningún tipo de motivación pero con la convicción de que la vida no podía ser solamente esto.
Justo cuando sentía que la diaria me consumia y que ya no sabía bien donde buscar mi propósito, la vida me hizo una jugada maravillosa: En plena pandemia me echaron del trabajo que tanto me habia costado conseguir y fue ahi cuando me hice una pregunta clave :
Si quiero un cambio ¿porque seguir buscando en los mismos lugares?
El concepto IKIGAI fue una invitación a profundizar en mi autoconocimiento, a darme la oportunidad de probar, jugar, y explorar sobre mis gustos y deseos.
De a poco todo se fue hilvanando de manera fluida, volví a esos lugares donde había sido feliz: Bailando, expresándome, compartiendo y hoy puedo decir que estoy donde una vez soñé estar.
Sin dudas mi ikigai es justo acá : Guiando prácticas de yoga y movimiento, compartiendo herramientas creativas para que más personas ahonden en su autoconocimiento de manera lúdica, gozosa y alegre, contagiando bienestar y motivando a ver lo maravilloso que la vida tiene para darnos cuando estamos en coherencia entre lo que hacemos y deseamos.
Es tremendo lo bien que me hace, te juro que me cuesta mucho frenar el ritmo o dejar de pensar y en tus clases lo logro. No es chamullo, gracias. Se nota que te apasiona
En todo este tiempo de prácticas me di cuenta que no solo tengo beneficios físicos sino que logro ser un poco más flexible en otras circunsancias, que me trato con más amor y me tengo más paciencia. Gracias infinitas
Encontrar lugares amorosos donde las personas vibren parecido a mi, es genial. Claramente encontraste tu gran vocación porque las clases son mágicas